En el Perú las pesquerías que cuentan con una herramienta de gestión específica están bien manejadas, pero el desempeño éstas debe ser constantemente revisado, como se viene haciendo en el caso de la anchoveta. En el siguiente documento enviado al diario La República se explican las razones por las cuales no se puede generalizar y más bien se identifica dónde es que más se requiere poner atención respecto a la gestión pesquera.
San Isidro, 23 de marzo de 2023
Señor
Gustavo Mohme Seminario
Director del diario La República
Presente. –
Estimado señor:
Me dirijo a usted a fin de manifestarle mi preocupación por el contenido de la nota titulada “Mas del 90% cree que el mar está sobreexplotado” publicada por la periodista Jackeline Cárdenas Ipenza el lunes 20 de marzo del presente año en el diario que dirige, la cual informa de manera errónea detalles de la actividad pesquera, basándose en una reciente encuesta elaborada por IPSOS, realizando juicios de valor basados en percepciones personales, y no toma en cuenta, por ejemplo, argumentos científicos y regulatorios que paso a aclarar a continuación:
Sobre la supuesta “sobreexplotación desde hace muchos años. la industria no respeta las tallas mínimas y hay capturas de pesca juvenil en todas las temporadas”.
En relación con dicha afirmación, que es incorrecta, es conveniente aclarar que la Ley General de Pesca y su reglamento, precisan las modalidades con que se gestionan o administran las pesquerías, las cuales pueden regirse por una ley específica, como en el caso de la pesquería industrial de anchoveta (DL-1084) o por Reglamentos de Ordenamiento Pesquero (ROP).
Según la FAO[1] de las Naciones Unidas (2021) el manejo precautorio que se ha desarrollado en la pesquería industrial de anchoveta explica el buen estado de la población, estando su biomasa fluctuando a niveles de 10 millones de toneladas en los últimos 20 años (Gutiérrez et al. 2022[2]). En la siguiente imagen se puede apreciar la evolución de la biomasa de anchoveta, donde la línea azul representa las biomasas anuales que fluctúan en alrededor de 10 millones de toneladas desde hace más de 20 años, en tanto que la línea roja muestra las capturas anuales, viéndose la amplia distancia que existe entre biomasa y captura, lo que demuestra, por ejemplo, que no existe sobreexplotación en la pesquería de anchoveta.
Asimismo, la FAO califica a la pesquería peruana de anchoveta como una de las más ordenadas del mundo y ello lo ratifica también la comunidad científica y académica en el Perú y en el mundo.
Precisamente, ésta es una pesquería que se encuentra regulada por el Estado desde hace décadas; y además de la FAO, en el “Índice de Desempeño Ambiental” (EPI, por sus siglas en inglés) publicación de las prestigiosas universidades Yale y Columbia que tiene por finalidad aportar con datos estadísticos y científicos sobre la situación de los 40 indicadores relacionados con la sostenibilidad del planeta, entre los que se encuentra la pesca, se cita que[3] “la pesquería peruana se ubica en el puesto 11 de 135 países, muy por encima de Noruega (puesto 16), Chile (puesto 50), o España (puesto 85), destacando por su buen manejo pesquero; reconociendo que el auge, caída y la constante recuperación de la anchoveta hasta la actualidad, demuestra cómo el Perú ha sido capaz de convertir la pesca de anchoveta en un modelo de pesca sostenible y responsable”, señala el estudio.
Las que se han citado son demostraciones de que la biomasa de anchoveta se ha mantenido estable y saludable por más de 20 años gracias a su buen manejo. Por supuesto esto no ha sido posible únicamente por la industria, sino por muchos actores que vienen trabajando por la sostenibilidad de las pesquerías. Por ejemplo, en el Perú el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) ha establecido que se puede pescar como máximo el 35% de la biomasa, quedando el 65% restante para su adecuada reproducción, siendo que el mayor atributo de la gestión pesquera de la anchoveta es asegurar la renovación de la población a través de no menos de 6 meses de veda reproductiva al año. Estos y otros hechos reales contradicen cualquier argumento relacionado con la sobrepesca. Queda entonces claro que el 97% de las personas encuestadas por IPSOS no conoce cómo se maneja, por ejemplo, la pesquería de anchoveta en nuestro país.
Debe en cambio difundirse que la anchoveta es una especie de alta fecundidad[4], crecimiento rápido[5], vida relativamente corta[6] y, como se ha explicado, presenta una alta biomasa. Debe asimismo precisarse que antes de una faena de pesca de cerco de anchoveta, es a la fecha técnicamente imposible diferenciar entre peces adultos y juveniles. Las tecnologías de detección acústica aún no permiten una determinación confiable de las tallas de los peces que forman cardúmenes y en el caso de la medición de tallas de peces pequeños y densamente distribuidos, como la anchoveta, la incertidumbre es aún mayor[7].
Otro aspecto de la realidad pesquera, consiste en que en toda pesquería mundial existe una pesca incidental de una cantidad variable de peces juveniles, o de otras especies no objetivo. Las pesquerías industriales nacionales cuentan con restricciones que se ejecutan en tiempo casi real, como en el caso de la anchoveta, que cuenta con un sistema de cierre dinámico de zonas para proteger a los juveniles.
Así, un factor clave para mantener estable la biomasa de anchoveta y proteger el recurso en su estadío juvenil ha sido la implementación del DS N°024-2016-PRODUCE, en el cual se establecieron ciertas medidas para fortalecer el control y vigilancia de las actividades pesqueras “para la conservación y aprovechamiento sostenible del recurso anchoveta”. Es así como se implementó la “Bitácora Electrónica” a partir del año 2017, una herramienta virtual a través de la cual los Capitanes o Patrones de las embarcaciones pesqueras deben reportar luego de cada lance de pesca el muestreo biológico, con lo que se determina el porcentaje de anchoveta juvenil que ha sido pescado, lo que le permite a la autoridad contar con información oportuna para la toma de decisiones, como ordenar el cierre de las zonas en un lapso de 3 horas. Antes de la emisión del Decreto Supremo antes señalado había una demora hasta de 15 días para cerrar una zona, lo cual ha sido corregido gracias también a la existencia del Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT) de las embarcaciones desde el año 1998. Si efectivamente hubiera sobreexplotación en la pesca de anchoveta, ésta hubiera desaparecido y no se contaría con una biomasa comparable con la de hace 60 años.
Desde el punto de vista científico, el actual sistema de control de juveniles ha demostrado ser más efectivo y sostenible que el anterior sistema, en el que no se conocía la cantidad de juveniles que se pescaba. Es así como hoy en día la información recibida de los barcos pesqueros se utiliza para suspender las actividades de pesca, estableciendo vedas temporales en las zonas donde existe mayor presencia de ejemplares juveniles, y garantizar la sostenibilidad del recurso. Es de resaltar que además de lo indicado existen autovedas voluntarias por parte de las empresas para contribuir con la sostenibilidad de la pesquería. Así, solo en la segunda temporada de pesca del año 2022 se cerraron 143 zonas durante los poco más de 60 días que duró la temporada.
Para efectos de cada temporada de pesca el IMARPE establece, cuál es la tolerancia permitida de captura de juveniles en términos de volumen (toneladas). Sin embargo, la autora de la nota periodística presenta esta práctica como si no estuviera permitida, lo cual es falso toda vez que, como se ha explicado, es imposible separar los cardúmenes de anchoveta adulta (>12 cm) con los de anchoveta juvenil (<12 cm). Se presenta a continuación, como demostración de lo que en realidad ocurre, dos tablas construidas con información oficial sobre las temporadas de pesca de los últimos 6 años donde se ve claramente que nunca se ha superado dicha tolerancia. Asimismo, un estudio del Banco Mundial[8] describe que el sistema de cierre dinámico de zonas ha mejorado continuamente desde su implementación el año 2017, concluyendo en que la medida cumple con proteger a los juveniles de anchoveta.
De otro lado, si bien la gestión de las pesquerías industriales puede ser mejorada, es necesario reconocer que es en las pesquerías artesanales donde tenemos problemas graves de exceso de flota y sobrepesca. La FAO[9] ha señalado fundamentalmente dos aspectos para Perú: (1) es necesario controlar el crecimiento desmesurado de las flotas artesanales, dado que se ha generado una capacidad excesiva de pesca, siendo que la sola emisión de permiso de pesca artesanal permite pescar cualquier especie y sin límites; y (2) que el estado de la infraestructura para la pesca artesanal debe ser atendido dado que la desnutrición que existe en el país no podrá ser abordada desde el sector artesanal si no se cuenta con instalaciones adecuadas para potenciar este subsector, algo que la nota no menciona ni tampoco se ve en la encuesta de IPSOS. En cambio, lo que se observa un crecimiento empobrecedor[10] del sector pesquero artesanal, lo que demanda que el Estado atienda urgentemente las recomendaciones de la FAO.
Asimismo, se observa en la pesca artesanal la recurrencia en el uso de métodos de pesca prohibidos, como por ejemplo el empleo de dinamita, chinchorro, zumbador etc. y asimismo la caza de especies protegidas por estar en peligro de extinción como las tortugas marinas, nutrias, delfines, pingüinos etc. De otro lado, la construcción ilegal de embarcaciones es otro grave problema que aqueja a la pesca artesanal, siendo que las entidades llamadas para contener este problema (DICAPI, FEMA, PRODUCE) aun no cuentan con todas las competencias necesarias para realizar interdicción de estas actividades ilegales. Actualmente se viene perfeccionado una norma que castigará el uso de madera en la construcción de embarcaciones, dado que hay especies protegidas de árboles que vienen siendo talados para esos propósitos ilegales.
De otro lado, cabe mencionar las conclusiones de un estudio ejecutado por GEF-PNUD[11], el cual describe los principales problemas relacionados con el mar y la pesca en el mar peruano: (1) pesca excesiva y uso no óptimo de los recursos pesqueros por no contarse con sistemas adecuados de preservación como viene ocurriendo en la pesca artesanal; (2) la contaminación del mar que está generando impactos negativos sobre los recursos pesqueros, el agua y los sedimentos; y (3) elevada pesca incidental de especies protegidas y descartes de peces en ciertas pesquerías. Respecto de la contaminación puede decirse que junto con la corrupción son los dos principales problemas que afectan al país, ya que prácticamente toda la basura sólida y líquida va al mar o a nuestros ríos andinos y amazónicos sin tratamiento, lo que amenaza la productividad de todos nuestros ecosistemas
Respecto al problema de la pesca incidental de especies protegidas, existe desde el año 2008 un programa voluntario de observación y protección del océano, dado que los barcos de pesca son nuestros únicos observadores permanentes del mar. En ese programa, hoy denominado Programa Salvamares, se libera sin daño y se registra en bases de datos georeferenciados la presencia de la fauna marina. Dicha información se pone a disposición de entidades tales como SERFOR, SERNANP, IMARPE y universidades para hacer posible el uso de esa información en la investigación que de otro modo sería imposible de obtener para las indicadas instituciones. Para ello, las tripulaciones de los barcos han sido entrenadas por científicos del IMARPE y del sector privado, a lo que hay que agregar que el Programa Salvamares tiene otras fuentes de información también disponible para la ciencia, como mediciones biométricas de las especies de interés, ecogramas e información oceanográfica de varias fuentes.
En atención a todo lo anterior, y si bien es correcta la información sobre la preocupante condición financiera de IMARPE, podemos decir que en la nota se comete el error de generalizar sobre el estado de las pesquerías, y se da cuenta de una serie de datos e información imprecisa e incorrecta que su medio no ha comprobado, ni tampoco ha recogido la versión de los científicos respecto a sus afirmaciones, siendo que este tema en discusión es netamente científico.
Finalmente, la nota periodística aludida no hace mención alguna de la experiencia acumulada y de la capacidad científica de los investigadores, profesionales y técnicos nacionales cuya labor es la que ha merecido el reconocimiento internacional a la gestión pesquera industrial como se ha señalado en varios pasajes de la presente carta.
Por las razones detalladamente descritas, lo que corresponde en este caso es una rectificación dando cuenta de lo antes expresado en aras la objetividad, transparencia y rigurosidad que deben inspirar toda labor de investigación.
Sin otro particular, me despido.
Dr. Mariano Gutiérrez Torero
DNI 15588263
Director Científico
Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola
CIP 36812
RENACYT P0039677
[1] Bahri, T., Vasconcellos, M., Welch, D.J., Johnson, J., Perry, R.I., Ma, X. & Sharma, R., eds. 2021. Adaptive management of fisheries in response to climate change. FAO Fisheries and Aquaculture Technical Paper No. 667. Rome, FAO. https://doi.org/10.4060/cb3095en
[2] Gutiérrez M., J. Angulo, A. Aliaga, S. Peraltilla, L. Pecquerie, M. Vagner, D. Grados, P. Espinoza.(2022). Variations in fish length, distribution, biomass, and omega 3 content of anchovy (Engraulis ringens) off the Peruvian coast between 1998 and 2022 with repercussions to fishery management. Conferencia sobre los Sistemas de Afloramiento de Borde Oriental (EBUS): Pasado, Presente y Futuro. Segunda Conferencia Internacional sobre el Sistema de Corrientes de Humboldt. Lima, Setiembre de 2022
[3] Wolf, M. J, Emerson, J. W., Esty, D. C., de Sherbinin, A., Wendling, Z. A., et al. (2022). 2022 Environmental Performance Index. New Haven, CT: Yale Center for Environmental Law & Policy. epi.yale.edu
[4] Perea A., C Peña, R Oliveros-Ramos, B. Buitrón, J. Mori.(2011). Producción potencial de huevos, reclutamiento y veda reproductiva de la anchoveta peruana (Engraulis ringens): Implicaciones en el manejo pesquero. Ciencias Marinas (2011), 37(4B): 585–601
[5] Goicochea C., S. Arrieta.(2008). Variaciones en el crecimiento de la anchoveta peruana expresadas en los radios de los otolitos. Inf. Inst. Mar Peru, Vol 35,3.
[6] Espinoza P., A. Bertrand. (2014). Ontogenetic and spatiotemporal variability in anchovetaEngraulisringens diet off Peru.Journal of Fish Biology (2014) 84, 422–435
[7] Fernandez P.(2021). Estimación de la talla de peces usando sonares y ecosondas. Exposición hecha durante una Conferencia de Sostenibilidad Marina, organizada por la SNP y llevada a cabo virtualmente el 1 de marzo de 2021: https://www.snp.org.pe/anchoveta-mitos-e-incertidumbre-sobre-la-deteccion-acustica-de-juveniles
[8] Englander G.(2022). Does dynamic ocean management reduce juvenile anchoveta catch?. Development Research Group, World Bank. Conferencia sobre Ecosistemas Marinos de Borde Oriental, Lima. Setiembre de 2022. 8 pp.
[9] Bertrand A., R. Voler, O. Defeo. (2018). Climate change impacts, vulnerabilities and adaptations: South-West Atlantic and South East Pacific marine fisheries. Chapter 15. FAO Climate Chage Impacts on Fisheries and Aquaculture. 22 pp.
[10] De la Puente S., R. López de la Lama, S, Benavente, J.C. Sueiro, D. Pauly.(2020). Growing Into Poverty: Reconstructing Peruvian Small-Scale Fishing Effort Between 1950 and 2018. Front. Mar. Sci. 7:681. doi: 10.3389/fmars.2020.00681
[11] GEF-PNUD.(2015). Análisis Diagnóstico Ecosistémico Transzonal (ADET). Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Lima, 138 pp